La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra. Lúcido viene de Lúcifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama Lúcifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse.
Lúcido viene de Lúcifer, y Lúcifer viene de luz y de fergus, que quiere decir el que tiene luz, el que genera luz, el que trae la luz y permite la visión interior, el bien y el mal, todo junto, el placer y el dolor.
La lucidez es dolor. El único placer que uno puede conocer, lo único que se le parecerá remotamente a la alegría es el placer de ser consciente de la propia lucidez. El silencio de la comprensión, el silencio del mero estar. En esto se van los años, en esto se va la bella alegría animal.
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Fragmento del film argentino Lugares Comunes, de Adolfo Aristarain (2002). Es, a su vez, una cita de Alejandra Pizarnik. Aquí tienen el fragmento audiovisual.
Y uno más, para el que sea duro de convencer.
Un abrazo.
4 comentarios:
Pizarnik, Alejandra Pizarnik. Maravillosa.
"Despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites, sin piedad". Que pasada de película
Gracias. Y la verdad que sí, pasada de película, me encantó.
Qué buena pinta. Me has convencido. La veré ;)
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