Abandonarse a uno mismo
Dejar de poner barreras y límites
y escudos y excusas
y contarse cuentos
que ni nosotros nos creemos
Abandonarse a la verdad
A la apetencia del llanto
o de la risa
A la necesidad de fracaso,
más que de triunfo
Abandonarse
a la libertad del abandono pleno
Sin defensas, sin peros, sin remordimientos
Entregarse sumiso al abandono
para surgir, más ligero, desde adentro
Caer para encontrar el centro
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