De vez en cuando, sin saber muy bien cómo, me encuentro escarbando virtualmente en mi antiguo fotolog y el fotolog de amigos y conocidos de aquel entonces. 'Joder', me digo sorprendida (cuando me sorprendo tiendo a maldecir), 'pues hay textos aquí que merecen mucho la pena'. Y entonces sueño que haré una recopilación de los más inspiradores y eso me traerá nueva tinta para dibujar con palabras, y luego vuelvo al sofá y doy un sorbo más al té calentito y me pongo a hacer otra cosa.
Hoy he acabado en el fotolog de un compañero de clase de bachillerato al que no conocía demasiado, y aunque a veces críptico y usando una simbología personal, el tipo se expresaba en textos bastante llamativos, poniendo un trocito de sí mismo en ese vasto rincón del internet.
Fotolog era un grande en mis días de adolescencia tardía y los primeros pasos como 'joven adulto' -vaya cosas digo, madre mía-, y aunque se expresaba uno con imagen y texto muchos elegían dar más peso al segundo, exponiéndose, de alguna manera arriesgándose a buscar algo de sí y compartirlo.
Que cada generación es distinta a la anterior no es solo inevitable sino también necesario, pero me pregunto si los espacios predilectos de los que vienen detrás dan realmente lugar a reflexionar sobre algo más auténtico de uno que el uso de un ángulo y un filtro particular cuando se sube una imagen al instagram.
3 comentarios:
Pues que no sorprenda la calidad de lo que escribes. Te sigo hace mucho, y ese es un de los motivos.
Hola Moonchild,
Gracias por tu cumplido, me alegro que disfrutes de estos textos. Quería preguntarte cómo llegaste aquí por primera vez y si nos conocemos en persona.
Abrazos,
Alicia
Hola,
tu me has mostrado tu blog en persona, un dia. ;)
Sigue asi, que yo seguiré por aqui.
Besito,
Moonchild
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