¡Anoche pasé tan buen rato!
Estuve en el Rick Café, un bar que queda al lado de la residencia de Santa Tecla, hogar de muchos brasileiros aquí en Braga. No es especialmente cerca de mi casa, pero fui de primeras con mi chilena favorita porque me dijo que iban a tocar guitarra.
Quiero grabar, como quien saca una fotografía, este recuerdo. Las mesas colocadas juntas y en un extremo las españolitas y en el otro la galera de brasucas, S y yo haciendo de conexión. Y H y R tocando con el ordenador por delante para ver la letra, y la gente que se unía a ellos. E U e eu segurando mãos.
¡Tienen tanta vida! Parece que les sobra, la derrochan, se les sale de las costuras. Me encanta la gente así, con tantas ganas de (son)reír todo el tiempo. S mencionó alguna vez que existe un ranking de los países más felices del mundo, y Brasil estaba entre ellos.
Así me lo ha parecido por quienes me he encontrado en este camino. Y cada vez veo más seguro que me está llamando a ir. Adoro Brasil pra caralho, meu!
Eso sí, si puedo decidir fico perto da praia, na beira do mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario