domingo, 28 de abril de 2013

Un fluir familiar

Hola silencioso compañero,

Tanto tiempo sin escribir en hoja con líneas y lapicero. No tengo mucho que decir. Ha sido un día bueno.

Tomar el sol en la orilla del río me hace sentir Bratislava más cercana -tal vez por el hábito que entonces fue en Sevilla.

Y el sol, ¡EL SOL! No me había dado cuenta cuánto lo echaba de menos hasta que nos volvimos a encontrar hoy, tan cálido e incondicional desde allá en lo alto.

Se respira primavera en la orilla del Danubio. Y huele a descubrimientos, a revelaciones, y anuncia tiempos de equilibrio y bienestar.

Dedico un momento a llenar el pecho de este aire, con la promesa implícita de que los días luminosos están por llegar.

- Escrito el 15/04/13, tendida en el pequeño terreno con césped entre el Eurovea y el río

Aire

A veces se me olvida respirar
'No necesito tanto aire', me digo,
'me vale con una bocanada para aguantar'

A veces me convenzo de que la vida es esto:
no tanto aire, no me vaya a ahoga
no tanto sol, no me vaya a quemar
no tanta vida, no me vaya a agotar

'Tengo que acabar con esta fantasía', me digo
Tengo que
dejar de inventar límites que no están,
tomar conciencia de mi muerte
para dejarme de tanto pensar

Se acabó la autocompasión,
se acabaron las quejas,
se acabó el vacilar

A partir de hoy, vida,
late en mí,
no hay tiempo que desaprovechar

Cheval


Soy un caballo que estuvo herido,
y ahora reaprehende a galopar

Fui domesticado cuando crecía,
caminando con montura, ojeras y riendas,
siempre a la espera de alguna orden,
siempre buscando ser el caballo ideal

Ahora que estoy en libertad es extraño,
a veces , por la falta de costumbre,
hasta me siento incómodo y confuso,
pero reaprehendo a escuchar

Escucho este latir olvidado,
me siento un cuerpo poderoso,
me sé un bravo y puro animal

El viento aúlla mi nombre,
y yo lo sigo
y me lleva al mar

En él encuentro otros caballos libres,
somos una manada sin miedo
Ahora nadie nos puede parar

Siente nuestro trote, mundo,
venimos para hacerte recordar
lo bello y lo terrible
del milagro de estar vivos

martes, 2 de abril de 2013

What you want, little girl

¿Qué quieres, pequeña?
Un corazón dulce
que te libere del amargor
agarrado en tus huesos

Quieres hacer uso único,
del tipo desechable,
comer un bocado
y dejar pudrirse el fruto

Necesitas quien te salve
del tacto sin contacto,
de la primavera sin flores,
del encuentro sin fusión

Pues entiende, vida mía,
que no puedes cazar luz
-ni pedir que te iluminen-
sin encender primero un cerillo
que te caldee el interior