Hola silencioso compañero,
Tanto tiempo sin escribir en hoja con líneas y lapicero. No tengo mucho que decir. Ha sido un día bueno.
Tomar el sol en la orilla del río me hace sentir Bratislava más cercana -tal vez por el hábito que entonces fue en Sevilla.
Y el sol, ¡EL SOL! No me había dado cuenta cuánto lo echaba de menos hasta que nos volvimos a encontrar hoy, tan cálido e incondicional desde allá en lo alto.
Se respira primavera en la orilla del Danubio. Y huele a descubrimientos, a revelaciones, y anuncia tiempos de equilibrio y bienestar.
Dedico un momento a llenar el pecho de este aire, con la promesa implícita de que los días luminosos están por llegar.
- Escrito el 15/04/13, tendida en el pequeño terreno con césped entre el Eurovea y el río
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