viernes, 31 de octubre de 2008

El tiempo comunicativo

No es tan desagradable la sensación de las cosas que no son nuevas.

Con la práctica, todo se vuelve más ameno, menos complejo, más asertivo. Claro está, la práctica requiere tiempo o, en su ausencia, podemos intentar cultivar una cierta habilidad que compense esa falta de cantidad temporal con una habilidad, no cuantitativa sino cualitativa, para aprender a copar con las cosas.

Soy una persona que, con el tiempo y algo de ayuda, se ha dado cuenta que, por lo general, toda relación interpersonal me conlleva -psicológicamente sobreentendamos- algún tipo de esfuerzo, de trabajo enojoso en el que se invierte energía y no siempre para recoger sonrisas precisamente; conlleva una exposición de una parte superficial de mí, un somero vértice de minucias de lo que soy -con un criterio de elección que se basa en la agradabilidad y no en otros factores que puedan ser más llamativos, como el tan de moda 'sarcástico gracioso' o el 'popular con bagaje'-, como decía, un mero ápice sonriente y edulcorado de una persona que pretende ser mucho más -y que aspira a conversaciones que no se regodeen en la banalidad. (Creo que este fenómeno me desespera porque después de las trivialidades no te suelen preguntar tu opinión de qué existencia sobre qué dios en estos tiempos tardíos, aunque me pasara una vez y reconozco que para eso se ha de contar con una agilidad, como poco, sugerentemente escasa).

Con todo, cuando invierto una cantidad mínima de confianza y trivialidad y me recompensan caminos conversacionales normalmente vedados, que ya ni siquiera consigues con la gente con la que gastas más experiencia conjunta, la sonrisa ya no es un reflejo, lo cual siempre es agradable.

Todo esto era a propósito de que hoy fuera mi cumpleaños y, a diferencia de otros años, tuviera con un ámbito de amistades que contaban algo más de dos meses; que hay personas que felicitan por felicitar, otras que lo hacen tímidamente, con recelo de tu reacción, y otras con las que -parece que- llevas toda tu vida hablando

Monologuista lúcido

Porque los españoles tenemos dos o tres frases que son típicas de cualquier español, yo con estas tres frases voy a cualquier lado:

- esto es lo que hay

- son cosas que pasan

- que se vaya, que yo tengo el bote

Y, otra más, que se utiliza mucho cuando alguien te cuenta su vida para pedirte consejos, que tu simplemente esperas a que deje de hablar y, cuando te das cuenta de que lo ha hecho, lo miras a los ojos y te sale...

- tú mismo

Y como el 'tú mismo' solo lo dice el español como tal, me vais a permitir que baje y que lo compruebe con gente del público, por favor la luz para no matarme, gracias

Oye, mira, que es que estoy pensando en hacer puenting, tú qué crees?

- tú mismo

Oye que, qué tal si me pongo a hacer deporte y pierdo unos kilos?

- tú mismo

Oye, rubia, quién te va a hacer el amor esta noche?

- ...

(*Simplemente, carcajadas. El cómico vuelve a subir al escenario y retoma el monólogo)

Es lo que hay. Pero no te preocupes, yo te trataré con cariño y te susurraré palabras bonitas al oído, entre pollazo y pollazo, pero te susurraré palabras cariñosas al oído.


~

(*Y, a propósito de una risa inoportuna.)

Si alguien me concediera un deseo ahora mismo, quiero el número de tu camello.



José Juan Vaquero, noches de Paramount Comedy

viernes, 24 de octubre de 2008

El amor constante

En amor hay dos clases de constancia: una nace de la cobardía, de nuestro temor a la soledad o la aventura; la otra se debe a que nos enorgullece ser constantes.

Manuel da Cunha, de El espía de la calle de Lisboa

Sale en el prólogo de 'Los girasoles ciegos', así que no sé si el libro está bien o no; ya os diré cuando, en un futuro no lejano, lo lea.

Teoría de la Información

La praxis discursiva - creación de realidad social, de identidad social (temporal) a partir de discursos = Agenciamiento

Construcción de la realidad social - por el poder simbólico y material (economía ligada al poder simbólico) - Foucalt, neomarxismo, Escuela de Frankfurt

Consumo de símbolos = Consumo de cultura = Cultura de masas - Industria y Mercado (1º Escuela de Frankfurt) - Gracias al poder económico existe el poder simbólico y viceversa

La Industrialización y mercantilización del material simbólico - industria de la cultura

Nosotros les demostramos que, o somos imbéciles, o tenemos tanto sueño y nos da tanta pereza que preferimos hacernos los tontos - Demanda = Producción - Repetición de fórmulas de éxito

Distinción entre cultura que cultiva y cultura que destruye / Cultura de élite frente cultura de masas

La jerarquía del poder discursivo - Constructivismo - Ciertos actores sociales construyen la realidad - Praxis discursiva desigual - El poder del discurso - Discursos triviales de mayor apoyo económico - Medios de mayor prestigio - Mayor alcance - Mayor cotización - (Poder simbólico - económico)

Semiosis ilimitada de Peirce - A es B para C donde
· A = objeto
· B = interpretación
· C = sujeto receptor
Infinitos discursos, infinitas interpretaciones - Reconfiguración de los términos - Carácter dinámico de la praxis discursiva


Panem et circenses, o la disfunción narcotizante (Lazarsfeld y Merton)

Julio César, Joseph L. Mankiewicz, (1953)

Amigos, compatriotas, prestadme atención.

Vengo aquí a inhumar a César, pero no a glorificarle.

El mal que hacen los hombres sobrevive, el bien queda frecuentemente sepultado con sus huesos.

El honorable Bruto os ha dicho que César era ambicioso. Si lo fue era la suya una falta grave, y gravemente ha pagado su ambición.

Con la venia de Bruto y los demás, puesto que Bruto es un hombre honrado, como honrados son todos los demás, vengo a hablaros en el funeral de César


Adaptación cinematográfica de la obra homónima de Shakespeare. Me enamoré de la oratoria de Marlon Brando -y de lo que no es oratoria, también.

sábado, 18 de octubre de 2008

Amistad a lo largo

Fragmento de un poema con el nombre del título, de Jaime Gil de Biedma, uno de los mentores de Luis García Montero y 'fundador' de la poesía de la experiencia, de trazos claros y temas cotidianos.

Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.

Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, ¡tantos meses!
que no sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

¡Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

sábado, 11 de octubre de 2008

Los girasoles ciego, Méndez

El fragmento es de Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez, más concretamente de 'Tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos'

Apenas pudo apartarse recuperó el lápiz y el papel y continuó escribiendo:

"... Sigo vivo. El lenguaje de mis sueños es cada vez más asequible. Hablo de amortesía cuando quiero demostrar afecto y suavumbre es la rara cualidad de los que me hablan con ternura. Colinura, deperpecho, soñaltivo, alticovar son palabras que utilizan las gentes de mis sueños para hablarme de paisajes añorados y de lugares que están más allá de las barreras. Llaman quezbel a todo lo que tañe y lobisidio al ulular del viento. Dicen fragonantía para hablar del ruido del agua en los arroyos. Me gusta hablar en ese idioma ''


El muchacho de las liendres se sentó a su lado y guardó silencio. Juan interrumpió su carta y supo que había aprendido a catalogar las tristezas, a distinguir una desesperación de otra, a reconocer el miedo con odio, el odio a secas y el miedo químicamente puro. Sabía incluso diferenciar al que se arrepiente por no haber hecho algo del que se arrepiente por haberlo hehco. Pero aquel muchacho tenía en la mirada la cicatriz de un sentimiento que ya casi había olvidado: la añoranza. Probablemente por esa razón hablaron despaciosamente mirando el cielo cuarteado a través de una ventana enrejada. Juan le habló de Ramón y Cajal -un luchador solitario- y de cómo se formaban las nubes. Le habló de Darwin y de la importancia del dedo pulgar para que el hombre se hubiera hecho hombre, bajara del árbol y aprendiera a matar a sus iguales.

Philip Glass

Cuando mi nivel de saturación de laOST de Samurai Champloo linda el hastío, como opción preferente los dos discos que suelo escuchar buscando instrumentales son la OST de Mishima -película que me es imposible encontrar- y un recopilatorio de 2 cds con sus Obras Maestras, de nombre homónimo.

Os dejo una pieza de cada uno de los susodichos cds recomendados.



Bocetos de dibujo rápido

salchichon, forma de corazon, ppp de una boca deshidratada devorando el corazon

anuncios rayantes de alargapenes y porno; parodia del alargapenes> buscaba algún indicio, una simple mirada tal vez, que confirmara lo inafirmable
>> mentira, I don't know a thing, but the only thing I know, nothing is true, igual que ese parpadeo escurridizo

hundirme en mi propio cuerpo, como si su aparente cárcel física no fuera lo suciente patente, en el latido taquicárdico, volviéndose evidente, reconocía la insustancialidad de lo real

repetitivo momento de tempus eternis pro-hambre/sed -> transido en tránsido

tutorial de cómo volverse yonki; buen título, atraerá a las jovenes comunas, camaradas!

sábado, 4 de octubre de 2008

Del pasado efímero

Este hombre del casino provinciano
que vio a Carancha recibir un día,
tiene mustia la tez, el pelo cano,
ojos velados de melancolía;
bajo el bigote gris, labios de hastío,
y una triste expresión que no es tristeza,
sino algo más o menos: el vacío
del mundo en la oquedad de su cabeza.

Aun luce de corinto terciopelo
chaqueta y pantalón abotinado,
y un cordobés color de caramelo,
pulido y torneado.

Tres veces heredó; tres ha perdido
al monte su caudal; dos ha enviudado.

Sólo se anima ante el azar prohibido,
sobre el verde tapete reclinado,
o al evocar la tarde un torero,
o la suerte un tahúr, o si alguna cuenta
la hazaña de un gallardo bandolero,
o la proeza de un matón, sangrienta.

Bosteza de política banales
dicterios al Gobierno reaccionario,
y augura que vendrán los liberales,
cual torna la cigüeña al campanario.

Un poco labrador, del cielo aguarda
y al cielo teme; alguna vez suspira,
pensando en su olivar, y al cielo mira
con ojo inquieto, si la lluvia tarda.

Lo demás, taciturno, hipocondríaco,
prisionero en la Arcadia del presente,
le aburre; sólo el humo del tabaco
simula algunas sombras en su frente.
Este hombre no es de ayer ni es de mañana,
sino de nunca; de la cepa hispana
no es el fruto maduro ni podrido,
es una fruta vana
de aquella España que pasó y no ha sido,
esa que hoy tiene la cabeza cana.

Antonio Machado


Es la España de hace un siglo, y todavía quedan restos de esta tradición

Deconstructing Harry, Woody Allen (1997)

(En español, Desmontando a Harry)

El título original, Deconstructing Harry es mucho más específico porque hace referencia a una herramienta de la crítica literaria, la deconstrucción, usada para descubrir el verdadero mensaje del lector.

En este film, Allen protagoniza a Harry, un peculiar y neurótico escritor que -siguiendo su línea- ha pasado toda su vida en manos de psiquiatras, no se le da bien el trato con mujeres y es aficionado a las prostitutas.

La dinámica de la película es especialmente amena porque intercala numerosos flash-backs, de su vida y de sus libros, entremezclando realidad y ficción.

Pongo la mano en el fuego y digo que es una de las películas que más me han gustado de este director.

He aquí el fragmento, después de que a Harry lo 'visite' una mujer de compañía -pero qué eufemística soy. Puse todo el diálogo de la escena porque me pareció muy bueno y una pena cortarlo por la mitad.


- Cookie, eres toda una artista, ¡de primera! Deberían exponer tu boca en el Louvre

- Jeje ¿Te ha costado mucho? Creí que no llegarías

- Sí, ya lo sé, he tenido un pequeño problema de concentración, por fin he encontrado el pensamiento adecuado. He pensado en una mujer que he visto pasar por la sexta avenida y la he emparejado con Svetlana Stalin, es la hija del dictador. Y me ha funcionado

- Oye, ¿y por qué tanta pastilla?

- ¿Yo? Para la depresión

- ¿Y por qué estás deprimido?

- Estoy deprimido. ¿Tú no te deprimes nunca? Caray, ¿tu trabajo no te deprime?

- No está mal, es mejor que currar de camarera

- ¿Sabes? Tiene gracia, todas las furcias con las que hablo me dicen que es mejor que hacer de camarera. Hacer de camarera debe ser el trabajo más jodido de este mundo, es increíble...

- ¿Por qué estás triste?

- Estoy espiritualmente arruinado, vacío

- ¿Qué quieres decir?

- Te.., tengo miedo..., no tengo alma, ¿me comprendes? Te lo explicaré; cuando era más joven pasaba menos miedo esperando a la revolución que esperando a Godot

- Me he perdido

- ¿Sabes que el universo se desintegra? ¿Sabes lo que es un agujero negro?

- Sí, con lo que me gano la vida...