Un gran retrato del neonazi. Y el reconocimiento a voces de que, con la combinación de un buen orador y una personalidad débil o en vías de desarrollo, se pueden moldear y manipular en un grado tal que puede volverse incontrolable.
La banda sonora igualmente recomendable.
Fragmentos:
- Quiero saber qué sientes, nada más
- [...] No sé, no sé lo que siento. Estoy... estoy un poco confundido y hay cosas que no encajan...
- Mira, Derek, eres demasiado listo para estar aquí y fingir no saber que es todo una mentira
- Eh, oye, he dicho que estoy confundido, no que no crea en ello
- Vale, por eso debes mantenerte abierto. Ahora tu rabia te consume, tu rabia se apodera de ese cerebro que Dios te ha dado
- Dios, no puedo creerlo, llevas hablando de lo que me ocurre desde el instituto. ¿Cómo coño vas a saber tú lo que me pasa por la mente
- No lo sé. Sé lo que me pasaba a mí. Sé como es estar en este sitio y sé también en qué punto estás
- ¿Qué sabes tú del punto en el que estoy?
- Hubo un momento en el que culpaba a todo y a todos... por el dolor, el sufrimiento y las maldades que me pasaban, que veía que le pasaban a mi pueblo. Culpaba a todos; culpaba a los blancos, a la sociedad, culpaba a Dios.
No encontraba respuestas porque hacía las preguntas equivocadas. Hay que hacer las preguntas correctas
- ¿Cómo cuáles?
- ¿Algo de lo que has hecho ha mejorado tu vida?
*Negación*
- No
__________
Son las 5:40 a.m. y dentro de un minuto voy a ver como sale el sol, creo que no lo he hecho nunca. En fin, vamos a intentar recoger las cosas y volver a empezar. No será fácil pero volvemos a estar juntos y me siento bien. No sé si este trabajo es lo que quería, si ha captado el fondo social o lo que quiera que estuviera buscando, pero, si le sirve de algo, muchas gracias.
Supongo que ahora debo decirle lo que he aprendido, mi conclusión. Pues mi conclusión es que el odio es un lastre. La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado; no merece la pena.
Derek dice que siempre viene bien terminar un trabajo con una cita. Dice que siempre hay alguien que lo ha hecho mejor que tú y si no puedes superarlo, róbaselo y aprovéchate, así que he escogido a alguien que creo le gustará:
No somos enemigos, sino amigos. No debemos ser enemigos.
Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás deben romperlo.
Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelvan a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro.
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