Y ahora mismo no es ni de pasión ni de intensidad, es de fiebre.
Me ha mandado antes el chico este brasileiro, que de normal siempre me escribe en portugués, un mensaje que dice 'tengo un gato en mis pantalones', ¿qué te parece? ¡Qué poca vergüenza, jajaja!
Y yo aquí, en la cama, como todo el día, en standby. De nuevo el oído, que siempre lo asocio al equilibrio. Los motivos, quizás andar en batín demasiado tiempo por la casa, viajar demasiado, demasiada fiesta y demasiado vino.
No va a venir mal descansar, otro día jugaré gustosa con el gatito.
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