Motivos:
- Aquel señor italiano
- Mi pequeño caos azabache
- La felicidad adolescente primaveral
Ea, ya tengo ejercicios literarios para cuando me apetezca escribir y no sepa sobre qué hacerlo. Pena que ahora no encuentre el tiempo para desarrollarlos. Pena y gloria, claro, porque me ocupo de otras cosas que me hacen reír y vivir.
Yasta, ya paro. Primavera, tú sigue conmigo.
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